jueves, 22 de enero de 2009

Muchas cajas, mucho amor

Fueradebromilandia (Reuters).-Tal como se anunciara en esta redacción días atrás, el pasado 20 de diciembre diversos amigos del personal de nuestra redacción (o sea, amigos de Kike) llevaron a cabo la ya tradicional campaña La Caja del Amor, al llevar una donación de canastas navideñas a familias pobres de la región de Pasco, en el Perú.

El hecho, que contó con la participación de trece personas que desinteresadamente se trasladaron desde la capital del país hasta la ciudad de Cerro de Pasco, fue celebrado con gran alegría por los pobladores de esta última localidad, quienes recibieron a los misioneros con muestras de gran alegría.

Los pobladores pasqueños se dieron cita desde las 10 de la mañana en las afueras del coliseo municipal de la ciudad. Minutos después, los misioneros abrirían las puertas haciendo ingresar a las familias beneficiadas. Posteriormente, y tras la bendición del padre Jaime Chua, párroco de San Miguel de Chaupimarca ---una de las dos provincias pasqueñas---, la actividad dio comienzo. Por medio de bailes, juegos con los niños, canciones y un juego de preguntas y respuestas, todos los presentes recordaron el verdadero sentido de la Navidad: el nacimiento de Jesús.

Al final de la actividad, las 200 familias beneficiadas se ordenaron en una fila para recibir cada una la caja que les correspondía. Cada caja fue llenada por una familia limeña con productos de primera necesidad para una cena navideña, así como con regalos y tarjetas.

La nota anecdótica de la actividad la puso el hecho de que este año se pudo contar con el apoyo de algunos donantes extranjeros, quienes con su aporte material y, sobre todo, espiritual, ayudaron a sacar adelante esta actividad que ya se está volviendo tradicional. Parte de dichos donantes se cuentan entre los cuatro lectores del presente blog.

Enrique, uno de los misioneros que viajó a Pasco, contó a nuestra agencia que a todos los misioneros les embargaba la alegría de esta actividad, tanto a los que venían por tercer año consecutivo, como a los nuevos.

Acabada la actividad, los misioneros fueron invitados a almorzar por un poblador de la localidad, y alojándose posteriormente en la parroquia para descansar. A las diez de la noche, y no sin algún sobresalto que quedará para la anécdota ---casi pierden el bus---, regresaron a sus casas en la ciudad de Lima.

Cerro de Pasco, capital de la región Pasco, localidad peruana ubicada a más de 4300 metros sobre el nivel del mar, se caracteriza por ser un importante centro minero desde los tiempos de la Colonia y Virreinato peruanos, así como por sus altos índices de pobreza y contaminación ambiental.

Foto: Agencia Reuters... y no, no sale el autor de este blog.