jueves, 10 de agosto de 2006

Cartas...

A mí me molesta cuando alguien dice "Te envié una carta"... y se refiere a un correo electrónico. Y es que cuando oigo la frasecita voy apurado a mi casa y pregunto: "¿Hubo carta para mí?". Y todos "¡Noooo, nooo!". Y entonces busco desesperado en el mueble donde dejamos la correspondencia, al costado del teléfono, debajo del teléfono, debajo de la puerta... Entonces viene el interesado:
 
---¿Y? ¿Ya leíste mi carta?
---¿Cuál carta?
---¿Qué? ¿Tu dirección no es talcosatalcosaarroba....?
 
Y entonces comienzo a ver todo de color verde.
 
Fuera de bromas, creo que llamando a cada cosa por su nombre hacemos un bien a la humanidad. Es que ayudamos a aquello que dijo Aristóteles, ni más ni menos, ¿vio? Digo, aquello de que la verdad es la adecuación de la mente al objeto. Y no al revés, que fue lo que ocurrió luego de Descartes. Porque por eso estamos como estamos: si cada uno va a llamarle al objeto como le da la gana... Mamita.

2 comentarios:

Aeronauta dijo...

Saludos, Kike, y bienvenido a mi sitio Más arriba y muy lejos
Me había desalentado un compañero de ruta blogera ¡en portugués!, pero veo que el segundo blog es en castellano, qué bueno.
Ya te escribiré con más calma (hoy cumple años mi esposo) Gracias por tus palabras y seguimos en contacto, espero :)

Kike dijo...

¡Hombre, un feliz cumpleaños para tu esposo! Que cuente hoy con mis oraciones, dile.

Lo del blog en portugués es para probar a los incautos, je, je... No, mentira: fue un experimento. Pero vamos a ver si lo aprovechamos para algo más.

¡Y claro que seguimos en contacto!

Un abrazo.