lunes, 8 de enero de 2007

Odisea bancaria 2

Pues bien, el otro día conté por aquí que tuve un problemita con mi banco, tan solo por pedir un miserable estado de cuenta del mes de noviembre. ¡Ni que tuviera tanta plata para que me pusieran tantos problemas! (En realidad, ya no me queda casi nada).
 
La cosa es que si yo pensé que la pesadilla había terminado allí, estaba muy lejos de la verdad. No había hecho sino empezar.
 
 
Quinta etapa(1)
 
Yo pedí mi estado de cuenta el día sábado 9 de diciembre. Ese día me dijeron que se demorarían cuatro días útiles en entregármelo, si bien en el papel que me dieron como comprobante decía que se demorarían siete. No importaba, la suerte estaba echada igual. Así las cosas, me senté a esperar mi estado de cuenta... en vano.
 
El día 14 ---día en que debía recibir el papel--- estuve un poquito impaciente. El 15, ligeramente molesto. El 16 y el 17 ---fin de semana---, algo exaltado. Para el 18 ya tenía la paciencia colmada.
 
---¿Aló, buenos días? Banco Tal Tal Tal para servirlo. Contesta Fulanita.
---Aló, señorita, mire, necesito ayuda.
---Sí, dígame, señor.
 
Le conté toda la historia: necesitaba mi estado de cuenta, que me prometieron en cuatro días útiles; habían pasado seis, y nada.
 
---Permítame un momento, señor, no vaya a cortar.
 
¿Para qué le dije que sí? Tuve que esperar cerca de cinco minutos y escuchar veintinueve veces que el banco del que soy cliente tiene nuevas cuentas de ahorros porque todos somos distintos, infórmate al tres, once, nueve, ocho... Luego de mucho rato (demasiado) la chica volvió.
 
---Señor, me informan que el documento ya ha sido despachado a su domicilio, a la siguiente dirección: calle Fulanita Tal de Tal, número tal...
 
¿Y para eso se demoró tanto?
 
---Pues lamento decirte que no he recibido nada.
---Hmm... Entiendo. Espere nuevamente, señor, por favor. No cuelgue.
---...
---¿Señor?
---¡Sí, caramba! No colgaré.
---Gracias, señor.
 
Muchos minutos más tarde ---y cuarenta grabaciones del mismo aviso después--- vuelve la ayudante que el destino me puso.
 
---Listo, señor, gracias por esperar.
---...
---Señor, me informan que hay un problema con el servicio de mensajería. Aparentemente no han dado con su dirección. ¿Me podría dar alguna referencia por favor?
 
El colmo de los colmos. El correo no había llegado y esta chica quería que yo le diera una referencia. Por mí, se la podía ir a pedir a su madre.
 
---Escúchame: no te voy a dar nada. Ustedes tienen mi dirección, que me consta porque me la leíste hace un rato. Esa  es la dirección correcta, y con ella recibo TODA mi correspondencia sin problemas. Si el servicio de mensajería que ha contratado el banco para el que trabajas no es capaz de llegar a una simple dirección, ese es problema de ustedes, por contratar inútiles, y no mío. Así que piensa en otra solución, porque yo no estoy para decirte cómo llegar a mi casa.
 
Hay un pequeño silencio. La ayudante que el destino me puso procesa la información que le doy. Pero la procesa mal.
 
---Señor, no se altere. En realidad, la única manera de ayudarlo...
 
No tiene caso. Así es cuando no son capaces de ir más allá de los párrafos del manual de atención al cliente que alguna vez memorizaron. Una barbaridad completa.
 
Después de diez minutos de pelea, frustraciones y juramentos, le doy la referencia que quiere. Sí, me terminé dando por vencido. Todo por el bendito papel.
 
---Muchas gracias, señor. El documento le estará llegando a la brevedad posible.
---¿Y se puede saber qué significa brevedad  en tu lenguaje?
---En cuarenta y ocho horas.
 
¿Han visto esa escena de El padrino  en la que Michael Corleone le da un bofetón a Kay?
 
No me hice más mala sangre ---imposible, por lo demás--- y colgué.
 
 
Sexta etapa
 
El miércoles 20 de diciembre, exactamente once días después de haber pedido mi estado de cuenta en la oficina de mi banco que queda a dos cuadras de mi propia casa, y luego de haber tenido que llamar a granpepear a la asistente de atención al cliente para presionar, todavía sigo esperando. Pero no por mucho tiempo, se los puedo asegurar...
 
---¿Aló, buenos días? Banco Tal Tal Tal para servirlo. Contesta Renzo.
---Aló. Dame mi estado de cuenta.
---¿Perdón, señor?
 
Tengo que repetir toda la bendita historia, de pe a pa, o sea, de principio a fin.
 
---...y me dijeron que me llegaría en cuarenta y ocho horas... ¡¡y han pasado cincuenta y una y todavía no recibo nada!!
---Ehh... sí, señor. ¿Me da su número de DNI, por favor?
---Dos, cinco, ocho...
---¿Es usted Enrique G...?
---Sí.
---Muy bien, señor, por favor, no vaya a cortar, déjeme verificar la...
 
Esto no parecía real. Parecía que estuviera en una película. ¿El padrino, tal vez?
 
---No, escúchame tú ---lo interrumpí---. Yo ya llamé hace dos días para averiguar por qué miércoles no me llegaba el papel que pedí. La verdad es que no pienso gastar ni diez segundos más de cuenta telefónica hablando contigo. Por lo tanto, no te voy a esperar nada. Así que el que me va a llamar vas a ser tú, cuando averigües lo que sea que vayas a averiguar, ¿has entendido?
---Está bien, señor. Comprendo su mortificación. ¿Me puede dar su número telefónico por favor?
 
¡¿Qué?! ¿Había oído bien? ¿Me estaba pidiendo mi número telefónico a mí?
 
---¿Quieres que YO te lo dé? ¡Averígualo, que por algo tienen mis datos!
 
¡PAF!
 
Diez minutos después, sonaba el teléfono.
 
---¿Señor Enrique?
---Sí.
---Sí, señor, soy Renzo, del banco.
 
Uno tiene su corazoncito, ¿vio? Esa lección me la enseñó mi papá. Así que...
 
---Sí. Mira, hace un rato te colgué el teléfono... Perdóname.
---Sí, señor, no se preocupe.
---...
---Señor, hemos hecho las averiguaciones correspondientes. El documento figura como "rezagado". Aparentemente hay un problema con su dirección. ¿Sería tan amable de dármela nuevamente? Si usted me la proporciona correctamente le prometo que recibirá su documento... el día lunes.
---¡¿Quéeee?! ¡¿El lunes?!
---Sí, señor... eehhh... el lunes en la tarde.
 
¿Han visto esa escena de El padrino  en la que Michael Corleone...? No. Olvídenlo.
 
---Escúchame... ¿cómo te llamas?
---Renzo.
---Escúchame bien, Renzo: hace dos días YO tuve que llamar para saber qué había pasado con mi papel, que luego de ONCE días de haber pedido no recibí. ¿Me sigues hasta ahí?
---Sí, señor ---contesta una voz más o menos firme.
---Y ese día, la inútil que me contestó me pidió mi dirección, a pesar de tenerla correctamente escrita en su base de datos. Está bien, no importa. Le confirmé que era mi dirección. ¿Sigues conmigo?
---Sí, señor ---contesta una voz un poco más asustada.
---Y luego, para colmo, esa misma inútil me pide una referencia de cómo llegar a mi casa... ¡cuando esa es tarea de la empresa de mensajería! ¿Me comprendes?
---...
---Pero igual se la di, a pesar de que todas las cartas me llegan sin que ningún estúpido banco me esté pidiendo una referencia cada vez que me envía un papel. Y ella me prometió que el estado de cuenta llegaría en cuarenta y ocho horas... ¿Estás conmigo?
---Sí ---la voz se va apagando.
---Y han pasado cincuenta y un horas y no he recibido ni siquiera un saludo. Así que, con todo cariño, te informo que yo no te voy a dar nada a ti ni a nadie, y quiero que pienses en alguna otra solución ahora mismo, porque ya me impacienté. Necesito mi documento, y lo necesito ahora.
---...
---Así que yo no sé qué harás, si me lo traes tú mismo o me lo trae el gerente general con su chofer, pero ese papel lo voy a tener ya mismo porque lo necesito ahora: no para la tarde, no para después del almuerzo; ¡AHORA!
 
Esta bien. Reconozco que esa frase no la inventé yo, je, je... Si hay algún cinéfilo de buen gusto por aquí, reconocerá de qué película la saqué (y no: no es de El padrino). Pero de que es real, es real. La cosa es que no sé por qué a partir de ahí noté al pobre tipo un poco nervioso. No lo sé, tal vez algo lo asustó.
 
---Eh, sí, señor. Deme diez minutos, por favor, y lo volveré a llamar. Veré qué puedo hacer.
 
Puntual como reloj suizo, el hombrecito del banco me llamó exactamente diez minutos después... para informarme de que los responsables del asunto en la empresa de mensajería estaban almorzando y habían dejado a cargo a una persona ajena a todo el tema. Perfecto, ¿no? En fin. El nuevo ayudante que el destino me puso se deshizo en promesas de que él mismo vería mi caso, y de que a más tardar en 24 horas tendría yo mi documento. Ah, y me pidió disculpas, que todo hay que decirlo.
 
Al final no dejó de hacerme gracia algo que soltó en el medio de nuestra amable conversación:
 
---Señor, disculpe, ¿quién le contestó la primera vez?
---Se llamaba Fulanita. Lo recuerdo porque tiene el mismo nombre que mi calle: Fulanita. Como la ópera. No recuerdo su apellido porque no presté atención, y ¿sabes qué?, ni me interesó.
---¿Fulanita?
---Sí. Bueno, con ese nombre... No deben de haber muchas Fulanitas por ahí, así que no te hagas.(2)
---Fue Fulanita Jiménez.
---¡Yo qué sé!
---Señor, si yo hubiese tomado su llamada cuando usted llamó la primera vez, le garantizo que hubiera tenido su documento hace bastante tiempo.
 
Genial. O sea que estaba hablando ni más ni menos que con el Indiana Jones de los documentos perdidos.
 
Fuera de bromas, todo el asunto me hizo pensar ---porque de vez en cuando pienso, ¡eh!---. Es verdad que yo perdí el control. Podría aquí intentar justificar mi comportamiento, cuando quizá no tenga justificación. O, bueno, quizá sí la tenga, pero no para alguien a quien su Maestro le enseñó a dar la otra mejilla y tratar bien al prójimo. No lo sé. Pero lo que sí es seguro que no tiene justificación es que haya tenido que haber violencia para que el asunto se solucionara y para que alguien se comprometiera a ayudarme. A ayudarme de a de veras, digo.
 
¿En qué clase de cultura estamos en la que hay que granpepear a alguien para que haga lo que naturalmente tiene que hacer? ¿En qué clase de sociedad vivimos que terminamos moviéndonos por temor y no por otra cosa? Tal vez mi elección de El padrino  como telón de fondo para toda esta historia no haya sido inocente. ¿No nos movemos tanto por el miedo en vez de por el amor, como todos los personajes de aquella película? Claro, yo soñaba con que esos jovencitos del banco, al escuchar mi humilde ---y creo que justo--- reclamo, se desvivieran por ayudarme sin que tuviera que liberar a Mr. Hyde; que tuvieran tanto amor al prójimo como para que solitos, sin más aliciente que el deseo de servir, se lanzaran a hacer lo indecible por solucionarme el problema. Pero no. Quizá eso era soñar demasiado.
 
Ya lo dijo alguien que sabe más que yo (el Espíritu Santo, nada menos): "No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor" (1 Jn 4, 18). ¿No podemos intentar alcanzar esa plenitud en el amor?
 
 
Último minuto
 
Pues como uno es bien así, ¿vio? ---o intenta serlo, al menos---, hay que ser justos con lo que es de justicia, y debo decir cómo terminó la historia, más aun a partir de los acontecimientos más recientes. Con lo cual, además, descargo de culpa muchos asuntitos relatados en el primer post. Ocurre que, finalmente (Dios existe, señores), recibí mi estado de cuenta. Y dentro de las venticuatro horas de la promesa del amigo aquel. Y cuando abrí el sobre (¿desesperado?; ¡naaaa, nada que ver!) me topé con la cruel realidad. Efectivamente, el tonto había sido yo: mi cliente sí había depositado el dinero en mi cuenta en la fecha en que prometió hacerlo. Fui yo quien no se percató del asunto y generó todas estas idas y venidas. Pido disculpas, entonces, públicamente, por la mala fama que injustamente he derramado sobre la gente de mi lindo banco, banco que quiero mucho y que tan bien me atiende siempre, así como a todos sus clientes. Porque eso queda claro, ¿verdad?
 
 
(1) Para las primeras cuatro etapas, vale la pena mirar la primera parte del post, aquí.
(2) No, pues, no se hagan: la chica en cuestión no se llamaba Fulanita. Obviamente estoy intentando proteger la dignidad de la Fulana esa... digo, de la jovencita aquella, je, je... Tenía un nombre poco común para Lima, eso sí, el nombre que da título a cierta ópera.

43 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi pregunta seria.... le hubieras dicho lo mismo a Renzo cara a cara? Que pasaba si Renzo hubiera sido un levantador de pesas profesional jejejejeje

Mentira hermano.... esto de hacer mal las cosas esta por todos lados....y que pena q una institucion como un banco, supuestamente una inst super seria y confiable.... este en andadas como esas....

Te regalare un cuartito de diazepan para que andes mas tranquilito jejeje

Jose

PD. REVISA BIEN TU ESTADO PUES OYE!

Unknown dijo...

Vaya aventura. Por suerte se resolvió todo, con giro del destino bastante inesperado.
Me imagino el nombre de fulanita, pero es un poco más difícil imaginármela con nombre y todo.
Oh bueno, ojalá y no haya necesidad de pasar por tantas desventuras en tus próximas visitas a tu banco.

Abel dijo...

Un asunto, ¿y no podías ver tu estado de cuenta por internet??

Luis Fuertes dijo...

Estoy seguro de que si esa odisea (me refiero sólo a la del banco, no a la de quien provocó todo ... Je,je,je) le hubiera pasado al Santo Job, estoy seguro de que no habría llegado ni a beato!!!.

No, fuera de bromas, lo que no es de recibo es que en la sociedad de la tecnología estén pasando cosas como la que cuentas. Pero es menos de recibo aún comprobar cómo está calando en las personas la falta de profesionalidad. Y no me refiero sólo al trabajo sino a las cosas corrientes de cada día (el trato en el matrimonio, la educación de los hijos, ...). Muchas veces tengo la impresión de que esto se debe a que la gente sólo vive el momento, el "carpe diem" y que no piensa que algún día nos hemos de morir y presentar cuentas ante el Creador sobre los talentos que nos ha dado. Y en ese momento no valdrá sólo el haber sido bueno.
Saludos.

El viejo Sutherland.

P.D.: Tenemos que hacer cuentas, porque yo también estoy cumpliendo con creces con mi parte del trato, pero no termino de notar que tú seas tan dligente con tu parte (ja,ja,ja, ... es broma)

Anónimo dijo...

LO que pasa mister E es que usted es un misio, si tubiera más plata en al banco talytal vendría la fulanita corriendo con elestado de cuentas y un cafe de starbuck, así que nada a trabajar para hacer más dinero y verá como lo atienden...

un abrazo

MRC

Me, MyseLf and I dijo...

Hola! antes k nada mis mejores deseos para este año, ahora sobre tu mas k tortuoso post:

en k sociedad vivimos? en la latinoamericana!! jaajaj sucede en todoo el continente, bueno dudo de los gringos, pero ahi si tengo nula experiencia

y si el padrino te inspira (como a mi, es mi trilogia favorita) lo mejor seria amenazarlos con k 'durmieran con los peces'

otra nota, hace un tiempo,
un ex-amor mio me dijo, cuando tratara con empleados de corte burocratico:
'sonrie, y amenaza'
jajajaja
asi k, espero te sirva

Kike dijo...

Jcasaspe:

¡Pos claro que le hubiera dicho lo mismo, tú qué crees! ¡Ja, ja, ja! (Ya, no me hagas roche, pe').

Oe', y en vez de regalarme el cuartito de Diazepam, mejor un cuartito de pollo, ¿qué te parece? ;-)

Kike dijo...

Zegim:

Gracias por los buenos deseos en mis próximas visitas a un banco... a ver si otra Fulanita no hace de las suyas, ¡ja, ja, ja!

Un azobra.

Kike dijo...

Abel:

Hombre, si era lo más sensato: ¡lo hice! (buen consejo). El problema es que no se podía. Debí haber comenzado a quejarme por ahí: por Internet solo puedes ver tus últimos veinte movimientos. Y como lo que yo necesitaba era el movimiento realizado a principios del mes anterior, pues Nancy que Bertha ('nada que ver'), no podía acceder a dicha información. Tu movimiento número veintiuno lo almacena una empresa subcontratada por el banco este.

¿Tal vez en tu banco es diferente? Caramba, sería lo máximo. Pero tú ya sabes de qué banco hablaba yo por aquí en el post, y sabes que tiene la sartén por el mango.

Un abrazo y qué gusto que te hayas dado tu vueltita por aquí. Ah, te mandé un mail hace tiempo: ¿me ayudarías con el favorcito que te pedí?

Kike dijo...

Luis:

¡Ja, ja, ja! ¡Qué buena, cómo me he reído! Sí, pues, con esa Job no llegaba pero ni a principiante, ¡ja, ja, ja!

Hombre, y sobre lo de nuestro acuerdo, ¡cómo se atreve a ponerme en duda! Lo tengo en la lista azul, fíjese, ni más ni menos... Así que se puede dar (y puede seguir haciéndolo) por bien servido, no se preocupe. Si no recibe las gracias correspondientes, entonces no me reclame a mí: presente su queja al Jefe... si se atreve, claro, ¡ja, ja, ja!

A propósito, ¿has oído hablar de su "oficina de quejas"? Dale una miradita (y todo el que quiera) a este link.

Kike dijo...

MRC:

¡Hombre! Seguiré su consejo, qué sensato, qué sensato: de ahora en adelante trabajaré tueniforseven para ganar mucho dinero y así alcanzar el "éxitossss", a ver si así la próxima vez que vaya al banco me tratan como rey y me consiga una Fulanita como novia... ¡ja, ja, ja!

¡Más ácido que un limón!, ¿no? ¡Ja, ja, ja!

Kike dijo...

Ingrid:

Muchas gracias por los buenos deseos. Te los devuelvo... Ehh... ¡no, no, ja, ja, ja! No quiero decir que no los quiero y los mando por donde vinieron, sino que te envío, a mi vez, mis mejores deseos.

Eso de que sucede en todo el continente... pues sí, seguro, ¿no? Me atrevería a decir que en todo el mundo, por las razones que comenté por aquí.

¿Así que fanática también de El padrino? ¡Hombre, qué gusto saberlo! Pensé que era el único, je, je... No, mentira: sé que no lo soy; esa película es muy bien apreciada por los buenos conocedores (ejem). Grandes temas, gran dirección, excelentes fotografía, actuaciones, guión, música, maquillaje, vestuario, escenografías... Buena cosa, buena cosa. Claro, con excepción de la tercera, eso sí; pero narrativamente (y en cuanto a los temas) gracias a Dios que cerró realmente bien el círculo. En conjunto, las tres son una obra maestra.

Y se ve que le encanta y a sus novios también, porque ese consejo que le dio su ex novio sí que hiela la sangre, ¡ja, ja, ja!

Qué gusto que se haya dado nuevamente su vuetita por aquí. Venga cuando quiera, cuando quiera: nada más no nos amenace con una sonrisa porque si no, mis esbirros pueden cobrarse una vendetta, ¡ja, ja, ja!

Ojos negros dijo...

hola KIKE ...que feo lo del banco ..dejame decirte que eso le pasa a muchos ..pero que raro que no te dieran tu estado de cuenta rapido no?? recuerdo haber pedido mi estado de cuenta y se demoraròn dos dias..mm bueno asi pasa...por otro lado eso quiere decir que ya no hay YARIS ..yo que me habia ilusionado tanto.. buuuuuuuuu bueno saludito
Z.

Kike dijo...

Sí, pues, qué raro. De repente yo soy el del problema... digo, yo y mi suerte con la gente de atención al cliente que me toca siempre, je, je...

Y sobre lo del Yaris... sí, pues, señorita, qué se va a hacer. No queda otra que seguir siendo un fiel consumidor de combis, je, je...

Luis Fuertes dijo...

¡Cómo me alegro de que te hagan reir las ocurrencias del viejo Sutherland! Objetivo cumplido.

En cuanto a lo de nuestro acuerdo, ¡no se me ofenda! No se trata de que no reciba un montón de gracias, sino que éstas ... ¡no son las que pido!. He ido, como acostumbro a hacer a diario aunque a otros fines, a una de las sucursales de la oficina de quejas (que hay que reconocer que en cuanto a número y ubicación estamos bien servidos) y he descubierto el problema. Parece ser que sus peticiones no se entienden porque tienen averiado el traductor simultaneo. Me han dico que con lo que se va a ahorrar a partir de ahora en extractos bancarios puede hacer una donación para un traductor nuevo (ja, ja, ja) ¡y que seguro que va a sobrar plata!

¡Muy bueno el link!.

Saludos y a seguir con el trato.

Kike dijo...

Hombre, gracias por proponerse esos objetivos tan caritativos :-)

En cuanto a lo del traductor simultáneo... pos no sé. A mí me dijeron que en la oficina de quejas podía presentar mis reclamos en el idioma que fuese. Es más, a veces ni uso palabras, fíjese; a veces basta una mirada, o a veces repetir unas palabras que mi mamá me enseñó... algo de cincuenta veces se repiten y no viera lo bien que funciona :-)

Un abrazo, Suth.

Unknown dijo...

bueno che, no se enoje!
jaja, era broma...
Besote!

Gise dijo...

Hola!!
Recien por aquí y me llevo con la sorpresita del Banco.
Creo que todos hemos pasado por esa gracia de la atención al cliente. A mi me pasó con el Banco, con Telefónica y con Ripley.
Da ganas de mandárlos por un tubo no?. Dichosa atención al cliente... jajajajaja.
Saludos

Anónimo dijo...

jajajajaj ay que risa, imagina mi cara de sorprendida en la parte en que exigía el documento, yo en mi mente decía uy ¡Kike! ¡¡¿que paso con el chico de muuuuucha paciencia que yo conozco??!! jeje nah tenía toda la razón de reaccionar asi, yo hubiese hecho lo mismo, y bueeeeeeno al menos ya sabe que si algún día sucede algo con el banco que imagino cual es, puede llamar a Suuuuper Renzito que le ayudará con lo que necesite jeje.

Cuidese mucho!!

DW

Sonrisas Despiertas dijo...

KIKE ESTOY VOLANDO EN TU POST =s,
UN RESUMME PS xd
SALUDOTES!!!!

Kike dijo...

Checha:

¿Quéee? Enojarme ¿yooooo? ¡Ja, ja, ja!

Un abrazo.

Kike dijo...

Gigi:

Y, sí, pero habrá que ver por qué tubo, je, je...

Por ahí dicen que lo que no mata, engorda. Habrá que ver, porque yo, al menos, sigo más flaco que... un tubo, ¡Ja, ja, ja!

Bienvenida y vuelva cuando quiera: hay limonada y galletitas.

Kike dijo...

DW:

Sí, a ver si Súper Renzo soluciona todos los problemas del mundo, digo, el hambre y esas cosas, ¡ja, ja, ja!

Y lo de paciente... ¿de dónde sacó eso? Vamos, que uno hace lo que puede.

Kike dijo...

M-lita:

Ehhh... ¿hmmm? No entendí nada, je. Si me explicas te atiendo con gusto :-)

Relax dijo...

yo no soy muy paciente pero como tu dices tienes q enojarte e infndir temor para q te hagan caso, de lo contrario puedo asegurarte q hasta hoy te estuvieran paseando. Lo bueno de ti es q en verdad te disgusta eso pues eres una persona q piensa de forma civilizada, ojala muchos fueran asi.

Relax dijo...

me olvidaba gracias por tu comentario en mi blog.

Cuidat mucho.

Kike dijo...

¡Me han dicho civilizado! ¡Hoy no duermo!

¡Ja, ja, ja! Una broma, no respires. La verdad es que se hace lo que se puede... y a veces hasta menos.

¡Bienvenida!, y date tus vueltas por aquí cada vez que quieras: hay limonada y galletitas. Y de nada.

Anónimo dijo...

¿Alguna vez has trabajado en algún empleó de ese tipo? Me refiero a: "atención al público". Uhmmm... qué sé yo, ¿Alguna vez has trabajado de esa manera con otra gente?... ponte, en el lugar de Renzo o de... Fulanita?

perdón si te parece q la pregunta no tiene nada q ver, pero pasa que me quedó (de alguna extraña forma) algo así como un mal sabor de boca después de leer la historia... Y pensé q probablemente nunca has trabajado de esa manera.

O dile curiosidad si quieres...

Que estés bien,
Saludos :)

Kike dijo...

Ehh... puesss... sí, debo confesar que sí. Sí trabajé más de una vez atendiendo al público. Y yo sé: fácil no es. Es duro. Yo admiro mucho a mi hermana, por ejemplo, pues trabaja en el aeropuerto, y si vieras la de pasajeros cargosos de los que nos cuenta cada día en el almuerzo, ¡ja, ja, ja! Sin embargo, mi hermana siempre conserva el buen humor y se esfuerza por tratarlos de lo más bien. Es alucinante.

Para trabajar en eso hay que tener varias cualidades... y si no, entonces virtudes. Se pule lo más lindo de la solidaridad y la generosidad humanas en un trabajo como ese. A algunos les sale mejor que a otros, es indudable. A algunos, sin embargo, no les da la gana de pulir lo más lindo de la solidaridad y generosidad humanas. Y entonces pasa lo que pasa.

Tal vez traté muy mal a Renzo (cuyo nombre tampoco es ese) y a Fulanita. Sobre eso ya me disculpé públicamente, y lo alcancé a hacer en privado con ambos. No creas: uno no es salvaje, así 100 %. Me queda todavía un 0,5 % de humanidad.

Saludazos también y espero que el comportamiento de este bruto no la asuste de volver.

Anónimo dijo...

Que mas puedo decir, que no se haya dicho ya...
Ya se! VIVA EL PERU, CARAJO!!!!

Solo aqui vivimos estas cosas, es por eso que uno quiere su Perú.

Jajajaja.

Kike dijo...

Hombre, no solo en el Perú pasan estas cosas. En todos lados se cuecen habas. El asunto es que en no todos lados tiene el mismo sabor de casa, eso sí.

¿Y mi pollo?

Anónimo dijo...

A fin de mes... Si Dios quiere!!!!
Ja ja ja ja

Kike dijo...

¡No, pues, no seas fresco! A Dios rogando y con el mazo dando, pues... Vas a ver cómo quiere.

Anónimo dijo...

Para que veas que recibi tu mesaje por mi cumpleaños... ayer y por medio de la china.

Se ve que no haz cambiado nada, solo que con los años te estas volviendo mas gruñon que antes. ^_^
Como no recordar los ensayos no?

La suerte de vivir en Japon es que estoy en el pais que vive con el lema 'el cliente tiene la razon'.
Cualquier reclamo, por mas infimo que sea, sera atendido. En los bancos aun usan aquellas libretas de papel donde el cajero automatico te imprime todos los movimientos. Hasta de mi celular puedo ver mi estado de cuenta, hacer transferencias y usarlo como billetera electronica.

Pero todo cuesta en este pais.

En fin, el motivo del comentario es decirte 'estoy vivo' aunque no parezca.

Un abrazo a la distancia y voy a tratar de mejorar mis commmunication skills.

bye bye!

Josue (Aguena para que me identifiques)

Kike dijo...

¡¿QUÉEE?! Pero si es el chino Josué, ¡no puedo creerlo! ¡Ay, este blog me ha dado cada alegría...! Hay gente que, la verdad, es un honor que lo visite a uno (hay gente, también, viene una vez y ya no vuelve; pero esa es otra historia). Que me visite mi viejo amigo es un honor, en serio.

Este, señoras y señores, es uno de mis amigos más queridos. El viejo Josué(¡y, tiene mi edad!). ¡Tantas cosas que vivimos juntos, chino! Solo que no las puedo contar todas por respeto al respetable, je, je...

¿Cómo no te voy a identificar? Clarín, clarinete. ¿Así que yo tampoco he cambiado? Ah, hombre, eso es un hecho. ¿Te enseñaron mis fotos? Ahí verás que, en efecto, no he cambiado nada, ¡ja, ja, ja!

¿Y cómo es eso de que me he puesto más gruñón? No me vengas con tonteras o te reviento, ¡ja, ja, ja!

Comunícate, pues. A ver si cumples tu promesa de mejorar tus communication skills.

Un fuerte abrazo y vuelve pronto (no te diré si al blog o al Perú: imagínalo).

Anónimo dijo...

Si por favor no te pongas a contar nuestras historias... que la gente va a salir corriendo de tu blog..!! jaja

No te preocupes que yo regreso. A tu blog (Ya lo tengo en el bookmark) porque regresar a Peru esta mas verde que yo tocando la bateria!

Fuera de bromas, ya es tiempo que este de regreso pero si supieras de la flojera que tengo de volver.

Hablando de edad, acuerdate que eres mayor que yo, osea tu cumples 30 primero!

Cuidate y ya estamos hablando. A ver cuando nos tomamos un par de tragos... Pero que sea brandy, no soy mucho de tomar whiskey. Por mas escoces que sea.

Kike dijo...

¡Ja, ja, ja! Tranquilo, chino: siempre digo que hay algunas cosas sobre las cuales no voy a escribir. Y la amistad es una de ellas, porque simplemente las palabras no me alcanzan.

Oe, no seas flojo, pes, y vente un día. O mándame la plata y voy para allá. ¿Así que no tomas whisky? Pucha, ¿qué te habrán hecho allá en Japón? No quiero ni imaginarme. En fin, todo se arregla, no te preocupes.

Y no me hagas recordar eso de los treinta que me deprimo, ¡ja, ja, ja!

Ah, un asuntito más: una regla de este blog es no mencionar mi apellido nunca, ¡eh! Porsiaca. Ya te explicaré con tiempo.

Anónimo dijo...

Hola, es la primera vez que entro en tu blog. Estoy alucinando con tu experiencia... me moriría. Vivo en un pueblo a las afueras de la ciudad y trabajo casi todo el día, me es ImPOSIBLE ir al banco, es más, sólo utilizo el cajero para cuando quiero efectivo pero todo, absolutamente todo lo hago a través de Internet, mis pagos (luz, agua, móvil, teléfono fijo, suscripción, seguro) las transferencias (que hago 2 al mes)también,.. tengo una especie de tarjetita que tiene números o códigos que diariamente me piden al acceder a mi cuenta aparte de mis claves (como en el hotmail) en fin... es inpensable hacer lo que hago por otra vía, espero que pronto en mi querido Perú se instale algo parecido, me extraña que no lo haya, habiendo casi los mismos bancos que aquí y la misma tecnología. Muchos saludos y te leeré siempre que pueda.

Kike dijo...

Hombre, Danita, encantado de que pases por aquí. Bienvenida, bienvenida. Vuelve cuando quieras, que hay limonada y galletitas.

Ya que dices "mi querido Perú" supongo que eres peruana, ¿no? Entonces tienes una gellata extra, je, je...

Lo del banco es todo un asunto. Ya lo voy descubriendo. Pero cuidado: cuando haces transacciones por Internet, a veces también te cobran "coimisión". Horrible, oye.

Anónimo dijo...

Hola Kike, ¿pero que me dices? que te cobran por Internet?? mader mía!!. Si es que las cámaras de seguridad en los bancos no deben estar de ventanillas hacia fuera, sino HACIA DENTRO!!!.
Acepto esa galleta, ¿algún alfajorcito? (ahora mataría por volver a probar uno) jejeje.
Estoy en Madrid y hoy está nevando muuuucho. Saludos Kike, he visto lo de las cajitas, me parece una experiencia alucinante. Saludos.

Kike dijo...

Salve, Danita:

¡Ja, ja, ja! Me ha dado risa eso, ¡qué preciso!: sí, pues, las cámaras de seguridad deberían estar hacia dentro! ¡Ja, ja, ja! Cuando me pasó todo eso yo también decía "mader" mía, y también me acordaba de la madre de ellos ;-)

¿Así que está por las Españas, en Madrí? Saludos a todos por allá (bueno, creo que por allí tengo algunos amigos...). Y a abrigarse, claro.

Sobre lo de la galleta y el alfajor, ¡claro, por supuesto! Fíjese, le pongo un reto: si logra adivinar cómo contactarse conmigo le daré una sorpresa. ¿Eh? ¿Cómo? ¡No, hombre, no sea mal pensada! Todo muy respetuosamente, ¡ja, ja, ja!

Saludazos.

Anónimo dijo...

Hola,¡seguro que sé como conectarme contigo! lo que pasa es que intento estar on-line lo menos posible, sólo navego un ratillo en el trabajo, en mi rato del café, trabajo muchas horas frente al ordenador y lo que no queremos es tener Internet en casa. Menudas historias tienes aquí, me quedo alucinada, pero para que no creaís que todo funciona mal en nuestro país... aquí pasa otro tanto de lo mismo, es que los empleados de atención al cliente paracen una "especie".
Saluditos.

Kike dijo...

¿Ah, síiiii? ¿Cómo conectarse on-line conmigo? ¡Guau! Eso sí que es nuevo, porque yo no tengo ni idea de cómo conectarme conmigo mismo... y lo bien que me vendría aprender a hacerlo, ¡ja, ja, ja!

Mentira, estoy bromeando. Nada, cuando yo hablaba de "contactar" conmigo me refería al correo electrónico, no a "conectar" por medio del chat... Ah, de seguro te refieres al Google Talk, porque mi dirección es de Google. ¡Claro, ahora entendí! Pero nah, yo me refería al correo electrónico. Además, el GT ni lo uso.

Pero no se preocupe, se entienden las razones, claro que sí.

De todos modos, ya habrá alguna manera de hacerle llegar sus galletitas y la limonada. Si se le ocurre alguna me avisa, je, je...

Muchos saludos y muchísimas gracias (en serio) por pasar por aquí, más aun si tienes tan poquito tiempo para pasar por aquí. Lo aprecio mucho.

Saludazos, compatriota.