domingo, 15 de octubre de 2006

El humor en la Biblia

El otro día hablaba del humor del Señor Jesús y, en general, del humor presente en la Sagrada Escritura. Normalmente tendemos a pensar que la Biblia es un libro demasiado solemne y aburrido. Nada que ver. Si uno lo mira con un poco de atención descubrirá que tiene partes muy divertidas, y que de seguro Jesús y sus apóstoles se la pasaron en grande.
 
Me comprometí a hablar de ello en esa ocasión. Y aquí, medio que a pedido del público ---porque hubo público, ¡eh!---, y cumpliendo la promesa, citaré algunas partes de la Biblia como ejemplos, partes que a mí me parecen bastante divertidas cuando las leo. Van solo como una lista pequeña. No pretende ser exhaustiva ni nada. Son solo los primeros ejemplos que vinieron a mi mente cuando pensé en el asunto. Ah, y bueno, tampoco piensen que esto es stand-up comedy. O sea: sí es gracioso, pero Jesús no era un comediante, ¿vio? Era el hijo de Dios hecho hombre, ni más ni menos. Vino para salvarte, hombre, no para divertirte. Pero en el camino se divertía, eso sí.
 
Vamos allá.
 
Es muy común que cuando en una oficina, por ejemplo, hay dos personas que se llaman igual, a una le pongan un sobrenombre para distinguirla de la otra. O tal vez a ambas. Por ejemplo, en un foro en Internet en el cual participo teníamos a una Cecilia. Un día llegó otra Cecilia, y la comenzamos a llamar Cecilia la Nueva. Esto, obviamente, motivó las protestas de la primera Cecilia, quien de inmediato nos preguntó: "¿Y yo qué soy: Cecilia la Vieja?", je, je.. Al final no supimos bien cómo solucionar el asunto, y ahora la primera es simplemente Cecilia, y la otra, Cecilia la Otra. 
 
Y es que, precisamente, a la hora de aplicar esos sobrenombres la gente suele ponerse muy creativa ---cuando hay confianza y cariño--- , y hace gala de mucho humor. En el tiempo de Jesús las cosas no eran diferentes. En el grupo de sus doce también había sobrenombres. Y los apóstoles sí que se pusieron originales. A uno, por ejemplo, le llamaban Tomás el Mellizo (Jn 11, 16). ¿Y eso? Bueno, es que dicen que era igualito a Jesús, je, je... Y como había dos llamados Santiago, a uno de ellos le llamaban el Menor (Mc 15, 40). ¿Y eso por qué? ¡Pues porque era bajito! ¡Ja, ja, ja! ¿A que no eran creativos? Debió de ser muy gracioso andar con Jesús y todos ellos en esa época.
 
Y esto lo consignaron por escrito los evangelistas, como ven. Sí que eran graciosos. Y es que a veces perdemos de vista que los evangelios no son como una película que nos muestra la realidad como si estuviéramos ahí. No. Son relatos de testigos de los acontecimientos, relatos que pasan por el tamiz personal de su propia escritura, lo que implica su sazón, su sabor, su gracia para contar las cosas. Todo ello, obvio, inspirado por el Espíritu Santo, eso sí.
 
Por ejemplo, tienen a san Marcos, un evangelista muy peculiar, pues es el más sencillo de todos. Tipo de pueblo, campechano, sencillísimo; san Marcos no se hacía problemas para narrar. De hecho, su evangelio es el más cortito: no usa metáforas complicadas, no usa un lenguaje rebuscado. Al contrario: utiliza el lenguaje de la gente, un lenguaje muy popular, muy barrio, como decimos en mi país. Denle una leída y van a ver.
 
Por ejemplo, una que cuenta que a mí me parece genial, y que siempre (y digo siempre) me hace reír cuando la escucho en misa, es cuando relata la transfiguración del Señor, es decir, cuando Jesús se muestra en toda su gloria y divinidad a tres de sus más íntimos amigos. En ese momento san Marcos no tiene ningún reparo en contar ---para que lo entiendan--- que cuando ocurrió aquello los vestidos del Señor "se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero* en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo" (Mc 9, 3). ¡Ja, ja, ja! ¡Díganme si el tipo no era del pueblo, al punto de que cuando el mismo Dios se aparece ante la vista de los hombres no encuentra mejor manera de describirlo que diciendo que ningún lavandero del mundo dejaría sus vestidos así de blanquitos! ¡Ja, ja, ja!
 
Otro a quien podemos citar por aquí es al evangelista san Juan, que es el que más palabras de Jesús ha recordado. Este no resistió la tentación de contar una anécdota estupenda al respecto de la curación de un ciego de nacimiento. Claro, Jesús lo curó. Pero como el Maestro no andaba guiándose por interpretaciones absurdas de la ley, se dio el trabajo de curarlo en sábado. Y es que el sábado era un día en que, según los preceptos farisaicos, estaba prohibido realizar algún trabajo. Y curar a un efermo era trabajo (!).
 
Así que, una vez curado, los fariseos llamaron al hombrecito para interrogarlo: "¿Quién te curó?". "¿Y cómo lo hizo?". El pobre ex ciego les contaba con mucha sencillez: "Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo" (Jn 9, 15). ¡Ja, ja, ja! ¡Así de sencillo! Ese hombre sí que no se hacía problemas para contar las cosas.
 
Los que sí se hacían problemas, en cambio, era los fariseos, pues estaban indignados y querían comprometer a Jesús como sea por el delito de hacer escándalo. ¡Incluso (y esto ya raya en la caricatura: parece un concurso de cabezas duras) llegaron a dudar de que hubiera sido ciego de verdad! Por eso la historia sigue con que llamaron a los padres del ciego para testificar.
 
Los viejos del ciego, sin embargo, no sabían nada y no se querían mojar. Así que de nuevo todo volvió a cero. Y los tercos fariseos volvieron a llamar al ex ciego. Y me imagino que este se comenzaba ya a impacientar...
 
Llega el ex ciego y le hacen las mismas preguntas de la otra vez. Y san Juan no se guarda para nada de contar todo lo exasperante que fue el momento, y cómo el pobre ex ciego se impacientaba y ya trataba a los fariseos como si nada. Si no, miren este diálogo (Jn 9, 24-30):  
 
Lo llamaron por segunda vez [...] y le dijeron: "Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador". Les respondió: "Si es un pecador, no lo sé. Solo sé una cosa: que era ciego y ahora veo".
 
¡Ja, ja, ja! ¡Qué tal respuesta! ¡Súper práctico el tipo!
 
Le dijeron entonces: "¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?".
 
¿Se imaginan al ex ciego pensando: "¡Caaara... cas! ¿Otra vuelta?". Y efectivamente, eso les dijo. Pero esta vez les soltó una puya:
 
"Se los he dicho ya, y no me han escuchado. Por qué quieren oírlo otra vez? ¿Es que quieren también ustedes hacerse discípulos suyos?".
 
¡Ja, ja, ja! Este tipo sí que era un vacilón. Y san Juan también, ¿vio?, por relatarnos toda la historia con lujo de detalles. Pero ahí no acaba todo. Porque los fariseos al oír esa respuesta, que definitivamente les sonó a burla, estallaron en cólera.
 
Ellos lo llenaron de injurias y le dijeron: "Tú serás discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés".
 
"Oy, sí, qué miedo" debió de pensar el ex ciego. Los fariseos siguieron:
 
"Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero ese no sabemos de dónde es".
 
Y nuestro amigo, siempre según nos lo presenta san Juan, se armó de valor y les espetó una frase soberbia, genial, que les terminó de dar la bofetada a los supuestos maestros de la religión, a los intérpretes de Dios, a quienes sabían todo sobre lo divino:
 
"Eso es lo extraño: que ustedes no sepan de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos".
 
¡Ja, ja, ja! ¡No, hombre, si ese ex ciego se las traía!: "Eso es lo extraño...", ¡ja, ja, ja! ¿Y san Juan? Vaya tipo: no se aguantaba contarla tal cual sucedió, ¡eh!
 
Y luego me dicen que la Biblia no tiene humor. ¡Por favor! No, hombre, si Dios debe de tener un sentido del humor formidable, y como Él la inspiró... A ver si nos pasa un poco, más bien, para hacer este blog más entretenido.
 
Fuera de bromas, el humor es una cosa dulcísima que a veces se toma en sorbos pequeños; a veces, en cantidades industriales deviniendo en una borrachera que nos alegra todo un día o toda una semana. ¡Y vaya si es importante! Y no tengo ninguna duda de que Dios tiene su humor. Piensen en los cómicos más famosos o divertidos que conozcan, para todos los gustos, para todos los colores: los nacionales y los internacionales; los antiguos, los nuevos; desde Juan Verdaguer hasta Julio Sabala, o desde los Les Luthiers hasta Enrique Pinti. Todos ellos pienso que nos remiten a algo más. Los reflejos de nuestra cara, estómago y garganta cuando nos reímos nadie nos los enseñó: nacimos sabiendo reír, porque creo que la risa guarda el eco de una voz más profunda en nuestro interior, la huella de quien nos hizo... que sí que sabe reír, que es plenamente feliz, con la felicidad eterna por la que suspiramos.
 
¿Conocerán los lectores de este humilde coso algunos otros ejemplos de risas en la Biblia?
 
 
* Un batanero  es una persona que tiñe o lava paños. Muchas traducciones consignan esta palabra tal cual; algunas otras, empero, ponen lavador.

29 comentarios:

Ecazes dijo...

Dificil ganarle a la del ciego, esa es hilarante.
Otra prueba del humor de Dios son los ornitorrincos
Y otra que me gusta mucho, en el AT: El que peca delante de su Hacedor ¡caiga en manos del médico!
del Eclesiástico 38, 15

Kike dijo...

¡Ja, ja, ja! No la conocía... ¡qué graciosa! Tiene sus interpretaciones, claro, pero igual se puede entender de un modo bien gracioso... ¡ja, ja, ja!

Anónimo dijo...

Me encantó!!, confieso ser católica pero de la biblia recuerdo muy poco, tampoco es que no la haya leído nunca, ni que la haya usado para otras "cosas" jeje, pero a raíz de esto si que la leeré mas seguido así encuentro cosas divetidas y porque no para saber si todo lo que se dice de ella es verdad, me gustó mucho cuando dijiste: "nacimos sabiendo reír", y sí, una cosa que me encanta mucho es el poder y capacidad que tienen algunas personas de hacer sonreir a la gente, y obviamente no es necesario decir que también me encanta reír!!

Un saludo peligroso compatriota

DW

PD. Sigo odiando esas letritas de erificación grrr

Kike dijo...

Hay algunos comentarios especialísimos que a uno le tocan un poco el corazón y le alegran muy muy en el fondo, más todavía cuando uno está medio alicaído. Y este es uno de ellos :-)

¡Muchísimas gracias por pasar por aquí, DW! Y gracias por ese comentario tan lindo. Sí, tal vez te extrañe que diga algo así, je, je; pero deja, uno tiene sus razones para alegrarse.

Y, pucha, me da un montón de pena aquello de las letritas... Perdóname. Un día se me metió un robot, por eso tuve que ponerlas. Alguien por ahí me dijo que Blogger ya maduró y que tiene buenos anti-spam... Pero todavía no me convenzo, je, je... Espero que eso no te impida seguir pasando.

Y sí, reír es lo máximo: yo soy un adicto, je, je...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Robott????? buaaaaaa ni me digas compa! yo soy nuevecita en esto, no sabia de esas cosas :`( y bueee mientras no chateeen con mis contactos del msn no hay problema... je (broma :D)... me alegro haberlo alegrado y asi todos alegrarnos de habernos alegrado mutuamente jaja, lucas lucas ...

Saludos nuevamente y sonría que siempre puede haber alguien que se enamore de su sonrisa...

Besos peligrosos
DW

Aeronauta dijo...

Kike: ¡Eres genial, hombre! ¡Qué modo de presentar las cosas, pues yo sí creo en un Jesús tan perfectamente humano que lo pasaría MUY bien con los suyos. Un aburrido serio y permanentemente doctoral ¿hubiese arrastrado las muchedumbres de antaño y de ahora? ¡Jamás!...bueno es muy duro decir tan tajantemente una opinión así si era Dios...realmente pudo ser un pesado y con corte de seguidores como conocemos a algunos, pero ¿jesús así? ¡no lo creo!
Saludos

Kike dijo...

Pues es cierto: Cristo pudo haber sido realmente un aburridísimo del caramba... ¡pero yo no lo creo, je, je!

Con todo, ser aburrido no significa no poder comunicar un mensaje. Por ejemplo, el mismo san Pablo no parece haber sido precisamente un tipo muy elocuente. Basta leer la Epístola a los Romanos :-/

Y está esa ocasión en que hablaba tanto --y tal vez tan mal-- que la gente se le dormía (Hch 20, 7-9). Ese día un jovencito se quedó tan sedado que se cayó del tercer piso mientras Pablo hablaba. El pobre Pablo tuvo que bajar corriendo, seguramente avergonzadísimo, y ya lo veo sudando frío cuando les gritó a todos: "¡No se inquieten!", ¡ja, ja, ja! Al final felizmente que el chiquillo resucitó, porque si no, ¡la que se iba a armar!(Hch 20, 9-12).

Marazul dijo...

Ay! que gracioso que el pata se quedara dormido mientras Pablo hablaba que se cayó del 3er piso... pensandolo bien, no es nada gracioso que se haya matado, lo bueno es que resucitó... el pobre se murió de aburrimiento literalmente.
A mi me parece gracioso que Juan en el evangelio hablara de si mismo en 3ra persona como "el discípulo al que Jesús mas quería" y en el último párrafo explica que el mismo es ese discípulo

Unknown dijo...

Hola Kikito!!!
Y eso, que saludo muy fuerte!

Kike dijo...

Marazul:
Hombre, no me había dado cuenta de lo que dices, a ver, a ver...

Oye, sí, pues es verdad, acabo de verlo... Pero a mí me parece tiernín, más bien, así como que "Mira, tú solo escúchame y yo después te diré quién soy", como para dar más efecto, ¿vio?

Y ese tipo que se cayó del tercer piso... ¡fácil que hasta allá en el Cielo la gente lo busca para bromearle con el asunto, ja, ja, ja!

Kike dijo...

¡Hola, Chechita!
Y eso, que se agradece. Más aun cuando se sabe que la salú no la acompaña, ¿cierto? Esperemos que eso cambie muy pronto. Está en la lista azul para eso.

gonz780213 dijo...

BIen chevere tu blog. Felicitaciones. Y sobre Jesús, me imagino que de chibolo era un palomilla! xD Lástimaque es etapa quede oculta, por lo menos oficialmente...

Kike dijo...

¡Hombre, gracias por las palabras! Y, sí, Jesús debió de ser un niño de esos. ¿Te lo imaginas juntándose a otros amiguitos y haciendo música (la que sea que se hiciera en su tiempo) con sus amigos? ¿O llevándolos un día a casa sin avisar nada a la Virgen? ¡Ja, ja, ja!

¡Opa!, de repente ya me volé feo. Pero de que debió de ser gracioso, debió de serlo.

Hay una escena de la famosa película de Mel Gibson, una de las que se salva solita (la película no me gustó taaaaanto, en realidad): cuando se pone a jugar con la Virgen y le tira agua. Buena, buena...

Raquel dijo...

Muy bueno este post. Y divertido!! Yo también voy a hacer dos aportaciones.

1. Mateo 19, 16-20. Hace unas semanas en un retiro comentamos este un pasaje archiconocido del joven rico, pero con un enfoque que nunca había pensado. Habla de un joven distinguido que se acerca a Jesús y le hace una pregunta de peso: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para alcanzar la vida eterna?" Jesús empieza vacilándole un poco. "¿Por qué me llamas bueno?" "Yo he preguntado primero, eh", pensaría el chaval, "no sabía yo que Jesús fuera gallego". Por fin Jesús le dice que lo que debe hacer es guardar los mandamientos y entonces el vacilón es el joven rico, pero de verdad: "no, si todo eso lo he guardado desde mi juventud" que le faltó decir "no me vengas con eso a estas alturas del partido". Humilde un rato el chico, porque no matar, no cometer adulterio, es más o menos fácil, pero amar al prójimo como a ti mismo!! Pues no, eso se le daba bien ya desde pequeñito.

2. Marcos 6, 45-52. Después de unas jornadas bastante intensas (incluyendo la muerte de Juan el Bautista y que Jesús empieza a hacer milagros, aparte de algunas sanaciones que había hecho ya) Jesús ordena a los discipulos salir a pescar y él se queda rezando. En mitad de la noche Jesús empieza a caminar sobre las aguas hacia el barco, debía ir a piñón fijo porque Marcos dice que "iba ya a pasar de largo". Los discípulos, normal, gritando... y Jesús les tranquiliza: "Tranquilizaos, soy yo, no tengáis miedo". "¡Pero si ese no es el problema! Macho, que vienes patinando sobre el agua, qué más me da quién seas!!" Imagino si ahora entra mi madre por la ventana y flotando me dice: "Raquel, que vengo de la habitación, que venía a decirte que el lavavajillas ha terminado, si lo puedes sacar en un momento". Pues quizá me asusto!!!

Esto es todo por mi parte. Por cierto.. las fotos que preguntabas en mi blog, las hice en Budapest. Gracias por la visita. Saludos. Raquel.

Kike dijo...

¡Ja, ja, ja! Que la del lavavajillas me ha dado una risa... ¡ja, ja, ja! Y tienes razón, no me había dado cuenta de lo que pone la traducción que tengo en San Marcos: "quería pasarles de largo". ¡A ver si no era un bromista que les comenzó a hacer carrerita! ¡Ja, ja, ja! ¡Qué buena!

Muchas pero muchísimas gracias por aparecerte por aquí, Raq. Un azobra.

Kike dijo...

Pues es segunda vez que escucho eso de lo de los hipópotamos y ahora las jirafas: ¿alguien sería tan amable de explicarme? ¡Ja, ja, ja! Curioso, curioso...

Y, bienvenido al blogcito. Hmmm... tanto como pisco no hay. A lo mucho limonada, galletas... También puede haber café moka y whisky si la gente se porta bien.

No, fuera de bromas, gracias por la visita, y cuando quiera.

Jean Yévenes dijo...

Mateo 19:26 en adelante tiene una exageración que puede ser muy graciosa. Dícele Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y da lo á los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Y oyendo el mancebo esta palabra, se fué triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo á sus discípulos: De cierto os digo, que un rico difícilmente entrará en el reino de los cielos. Mas os digo, que más liviano trabajo es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Me da risa imaginar a un judío haciendo pasar semejante animal por el ojo de una aguja.

Los discípulos con razón preguntan ¿Quién pues podrá ser salvo?

Kike dijo...

Pues sí, esa también es graciosa, je, je... Aunque por ahí oí que Garrigou-Lagrange decía que el "ojo de la aguja" era en realidad un lugar, una especie de paso en una montaña (estrecho, claro).

Espero que vuelvas más seguido, Jean-Paul. Un abrazo.

Guada dijo...

Kike, como lo prometido es deuda, aquí te dejo dos pasajes que pueden ser útiles para ejemplificar:

Mc. 2,15-17
15 Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores se sentaron a comer con él y sus discípulos; porque eran muchos los que lo seguían. 16 Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a los discípulos: "¿Por qué come con publicanos y pecadores?". 17 Jesús, que había oído, les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".

Jesús les está diciendo una ironía a estos fariseos hipócritas, que se escandalizaban porque Jesús comía con pecadores y publicanos, es decir, con la que consideraban la gente más detestable y hasta aborrecida por Dios; por eso “Desafían”, a su ver, la Divinidad de Jesucristo. Entonces, Jesús, que conocía la dureza de sus corazones (Hasta los llama en otro pasaje “Sepulcros blanqueados”, es decir, blancos, puros superficialmente, pero interiormente cargan un muerto) Les dice que él no vino por los “justos”, por los que no necesitan redención alguna, sino por los pecadores... Esta es una llamada fuerte de atención, ya que les dice que no vino para los que se creen santos, ya que nadie en realidad lo es, todos necesitamos ser redimidos, sino que su redención se hace valedera para los que verdaderamente le aman, glorifican, siguen, a pesar de reconocerse pecadores.


Mt. 5,48
48 Sed perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

Este, según el Padre Leonardo Castellani, es el mejor chiste de Jesús en el Evangelio. Ya que Jesús nos llama a ser tan santos y perfectos como Dios... Y todos sabemos que eso es imposible... Pero, lo que nos quiere decir en realidad, es que debemos ser irreprochables a los ojos de Dios, esforzarnos diariamente por alcanzar la santidad en la Tierra, y la corona de Gloria en la Eternidad.

Un besotte! Cuidate, Enri. Saludos por su casa. :)

Anónimo dijo...

hace años, en el 84 aprox. lei un librito español "los evangelios en serio y en broma".Pero no me acuerdo el autor.
Es interesante ver el sentido del humor. Tambien lei un evangelio en poesía gaucha popular. Excelente. Allá por los 80.
y van por que se trata de actualizar el mensaje. Yo uso la jerga (peruana) para leer algun párrafo cuando hago catequesis.
Rodolfo: ralphcallao@hotmail.com

Kike dijo...

Hola, Rodolfo:

Suena muy interesante ese libro. Sin embargo, ¿pusiste bien el título? Cuando lo busqué en Internet no encontré ninguno parecido :-(

Salud.

röşariö dijo...

Pues si aún OS interesa el tema, mi padre, Casimiro García, ha escrito un libro sobre el tema: EL HUMOR EN LA BIBLIA se llama y lo editó la editorial Arcopress-Almuzara. Os lo aconsejo de veras porque además está escrito con ironía y siempre respetuosamente, claro.

Kike dijo...

Hola, ¡claro que me interesa el tema! Te mandé un mensajito por ahí. Salud.

Benjamín Granados dijo...

A mi me dió muchísima risa cuando estaba leyendo el siguiente pasaje:

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El rey de Israel contestó a Josafat:

—Hay un hombre más que podría consultar al Señor por nosotros, pero lo detesto. ¡Nunca me profetiza nada bueno, sólo desgracias! Se llama Micaías, hijo de Imla.

—¡Un rey no debería hablar de esa manera! —respondió Josafat—. Escuchemos lo que tenga que decir.

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Luego van con Micaías y les responde con sarcasmo porque ya sabe que a estos Reyes les chocaba que les dijeran la verdad cuando era mala para ellos,
Dice:

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Cuando Micaías se presentó ante el rey, Acab le preguntó:

—Micaías, ¿debemos ir a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir?

Micaías le respondió con sarcasmo:

—¡Sí, sube y saldrás vencedor, tendrás la victoria sobre ellos!

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Entonces el rey le reclama que ya se deje de cosas y le diga la verdad. Micaías accede y le dice lo mal qie le ira a Israel, entonces el Rey de Israel se queja diciendole al otro Rey:

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—¿No te dije? —exclamó el rey de Israel a Josafat—. Nunca me profetiza otra cosa que desgracias.

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Me dió risa esta historia porque así pasa con los profetas, quienes los escuchan les gustaría oir solo cosas bonitas y cuando hablan mal de quien escucha uuuuy no, casi casi lo quieren sacrificar (ejemmm... Por no decir crucificar...)

Shalom!!!!

(La historia completa la podrán leer en Crónicas II 18:3)

Benjamín Granados dijo...

¿Saben cual también esta bien chistosa?, ¡No pude evitar reirme en esta!, cuando Jesús les dice a sus dicípulos:

"¡Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y con la de los Saduceos!"

Entonces los dicipulos como que se pusieron a decir "Chin pues como que ya se nos acabó el pan... Y ahora que???"

Y Jesús así de "Aaaay con ustedes... si no les hablo de pan literal señores, sino de las enseñanzas de aquellos... Ademas de que se preocupan si yo si puedo multiplicar el pan literal... Ay de veras con ustedes no se puede..."

Jajajajaja y después los dicipulos se quedaron asi de "Ay pues si verdad je je je ya nos cayo el veinte"

XD XD XD!!!!

Anónimo dijo...

Uno muy gracioso: Exodo 32:21-24.
Moises le reclama a Aarón el por qué habia creado el becerro de oro en su ausencia (Moises se encontraba en el monte Sinaí recibiendo las tablas de la ley)y Aarón le respondió: El pueblo me pidio que hicese dioses que vallan delante de ellos ya que tu tardabas en regresar. "Entonces les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro." v.24.
ja-ja-ja! Lo gracioso es que se lavó las manos al estilo de poncio pilato: No se como salio el becerro Moises... solo eche el oro en el fuego y de pronto.. allí estaba el becerro ese... ja-ja-ja!

Anónimo dijo...

Este pasaje bíblico me parece cómico:
(Génesis 32:24-28)
“Por fin Jacob quedó solo. Entonces un hombre se puso a forcejear con él hasta ascender el alba. Cuando llegó a ver que no había prevalecido contra él, entonces tocó el hueco de la coyuntura de su muslo; y el hueco de la coyuntura del muslo de Jacob se salió de su lugar mientras forcejeaba con él. Después de eso él dijo: “Suéltame, porque ha ascendido el alba”. A lo cual dijo él: “No te voy a soltar hasta que me bendigas”. De modo que le dijo: “¿Cuál es tu nombre?”, a lo cual dijo: “Jacob”. Entonces él dijo: “Ya no serás llamado por nombre Jacob, sino Israel, porque has contendido con Dios y con hombres de modo que por fin prevaleciste” Génesis 32:24-28.

Me parece cómico que pasaron forcejeando toda la noche,el empecinamiento de Jacob, pero no era una pelea en serio, más bien parecía jugando. Qué le costaba al ángel desaparecerse o usar todo su poderío, pero más bien le hizo un tipo de "llave divina" a Jacob para que los soltara, como hacen los luchadores, JAJJAJAAAAJAJAJA.

Jose dijo...

Es gracioso cuando Elías les dice a los sacerdotes de Baal con sarcasmo, griten más fuerte, quizás su dios está durmiendo" jajaja

BEndiciones

Unknown dijo...

A mí me encanta este tema porque es verdad, es una señal de la gracia divina el poder ser gracioso con inocencia.
El otro día mi hijo y yo nos reíamos tiernamente de un pasaje de san Mateo donde Jesús le decía a Pedro sobre el pago de las didracmas: ¿A quién cobran impuesto los gobernantes, a los hijos o a los extranjeros? Y Pedro dice: a los extranjeros. Jesús sigue: "Luego, los hijos están exentos. Pero bueno, para no serles motivo de escándalo, ve al río, saca el primer pez que pesques, ábrele la boca y da las dos monedas que halles por ti y por mí". O sea, para que no estén moliendo jajaja, a ver si así se dan cuenta de quién es el dueño de la Creación. Señor, eres muy bueno. Y qué decir de "Los hijos del trueno". Jesús llamando "hijos del trueno" a sus discípulos Santiago y Juan, de cariño.