A ver, a ver... Parece que por aquí hubo una confusión y un malentendido... ejem, bueno, varios. A partir del último post que he publicado, me están lloviendo cartas ---firmadas y anónimas--- que me acusan de chancho, machista, inmoral, pervertido, baboso, arrastrado, jugador, sandio, majagranzas, estulto, porro, tocho, mostrenco, bodoque, crapuloso, lúbrico, escabroso y otras cosas como esas. ¡Cuando yo lo que quise con el post era todo lo contrario!
Veamos, hay tres tipos de comentarios. Algunos me están acusando de que el post es escandaloso, y dicen que queda feo que me muestre arrastrándome por una chica. Otros dicen que es muy hueco, que cómo me atrevo a comparar a Dios santo e inmenso con una chica guapa. Por último, no faltan los que creen que estoy enamorado y que ya pronto cobraré la oferta que me hizo un amigo para cuando me case.
A ver, vamos por partes.
En primer lugar, no fue mi intención ofender ni chocar. Bueno, en realidad sí, pero por otros motivos. Quise demostrar que un hombre (un varón, me refiero) no tiene nada de inmoral al comentar que una chica le parece guapa. No he comentado que Karina B... tiene así o asá tales o cuales partes del cuerpo (que las tiene, dicho sea de paso, ejem). Simplemente dije que es guapa sin ser grotesco ni grosero y sin mencionar su talla de ropa interior. Creo que eso, más bien, es lo chocante hoy en día. Al menos esa debería ser la actitud de un cristiano.
En segundo lugar, no sé dónde está la oquedad en decir que la belleza de una mujer me remite a Dios. ¿Qué acaso la belleza de un atardecer no remite a Dios? ¿Qué acaso la perfección del sistema solar no remite a Dios? La belleza es uno de los atributos de la divinidad, según lo exponían los escolásticos. Y en mi humilde percepción ---tal vez habría que ser hombre para percibirlo con más facilidad---, las mujeres guapas remiten a Dios tanto como a Él nos remiten los niños tiernos o los ancianos sabios. Creo que no solo es mi impresión: he conocido hombres buenos y limpios de mente que alguna vez me han hecho comentarios similares.
En tercer lugar, no estoy enamorado. Fue tan solo el vacilón de decir "¡Hey, miren, a esta chica yo la veía por televisión y me parecía bellísima, y ahora me la cruzo en la escalera a diario!". Aquello de que la llamaré por teléfono a su anexo y le diré cosas tan estúpidas como que su nombre empieza con k, igual que el mío, era ---ay, qué vergüenza me da que no se haya notado--- una broma.
No, gente. No estoy enamorado. Cuando lo esté, lo sabrán. Claro, si la elegida me hace caso, obviamente. Hace poco hubo una candidata que me dejaba sin poder hablar cada vez que la veía, no solo porque era lindísima, sino, además, porque era mi dentista. Pero esa es otra historia, algo dolorosa, por cierto, porque creo que ya se olvidó de mí... Supongo tendré que abrir otro blog para esas cosas, ¿no? (Esto también es broma, porsiaca: no abriré otro blog).
Fuera de bromas, agradezco su preocupación. El cariño se da por doble vía: se emite y se recibe. Yo hago lo que puedo por aquí para llevarles alguito de alegría y robarles una sonrisa (¡ojalá me haya resultado alguna vez!) y para transmitirles un mensaje. Pero su cercanía también me alienta y me expresa su amistad y afecto. Sí, por Internet también puede haber caridad. ¡Tantas cosas buenas se pueden hacer por aquí! Hagámoslas.