Siguiendo con el tema de los piropos, ahora resulta que me tocó a mí, ¡ja, ja, ja! Les contaré.
Aunque antes tengo que explicarles que en mi país pronominalizamos el verbo ganar. Y, bueno, me dirán: "¿Y dónde está la novedad?". Es cierto: en otros países hispanohablantes también se pronominaliza este verbo. Sin embargo, en el Perú al pronominalizarlo y al regirlo con algunas preposiciones como con o a, le añadimos algunos significados que en otros países no tiene.
Uno de esos significados es, como recoge la Real Academia Española, 'captar la voluntad de alguien'. En este caso se suele regir con la preposición a, pero no solamente. Por ejemplo:
---Oye, ¿y conociste a la familia de tu enamorada* ayer?
---Sí.
---¿Y qué tal te fue?
---¡Excelente: me gané a su mamá, hermano!
En este ejemplo el hablante quiere decir que logró poner a la mamá de su lado.
Sin embargo, también hay otro significado, como 'reconocerse favorecido con las buenas cualidades de una cosa o persona':
---Oye, ¿y conociste a la familia de tu enamorada ayer?
---Sí.
---¿Y qué tal te fue?
---¡Excelente! ¡Me gané con su mamá: es súper buena gente!
En este caso el hablante quiere comunicar su alegría porque ha descubierto que le tocó una excelente futura suegra.
Hay otros significados para este verbo en mi país, pero para lo que nos interesa basta con esto.
Bueno, se entendió, ¿verdad?
Entonces pasó a contarles qué pasó. Para esto debo presentarles a... emm... a Fulanita.** Fulanita fue mi enamorada cuando ambos todavía estábamos en el colegio, o sea, cosa de, ejem, mrsspschientos años atrás (¡nah!, apenas trece). Ahora está casada y vive fuera del Perú, pero por esas cosas de la vida hemos retomado el contacto hace un tiempo y mantenemos una simpática y sana amistad por correo electrónico. Ejem, por favor, fíjense bien en que dije "sana".
La cosa es que el otro día le pedí un favor. En el mismo país en el que ella está vive un amigo común con el que me interesaba comunicarme. Entonces le envié un correo. Esto le escribí:
Habla, Fulanita:
Un féivor: ¿puedes reenviarle este mail al amigo J.? Dile que se lo envié ayer, pero que me rebotó. Y si me puedes conseguir una dirección de él que funcione te ganas conmigo :-)
Un abrazo.
Como ven, ahí está el famoso uso del verbo ganar, bien pronominalizadito. Lo regí con la preposición con, pero el sentido era evidente: yo estaba empleando la primera acepción que les enseñé: le estaba diciendo a Fulanita que si me hacía ese favor iba a "capturar la voluntad" de este humilde posteador, o sea, se iba a congraciar conmigo. Un chiste, ¿vio?
Sin embargo, la pícara de Fulanita me hizo reír mucho con su respuesta, que aprovechó la polisemia para hacer un hábil juego de palabras... y lanzarle un piropo a este feo:
holas!!!!
sorry la demora...ya le envie el mensaje a J.
espero que te sirva....
cuidate mucho...disfruta del verano allá, jeje!!!
P.D: Hace tiiieeeeeempo me gane contigo, pero ahora no se
puede!!!!jajaja
¡Ja, ja, ja! O sea que me piropearon, ¿han visto? ¡Ja, ja, ja! Pero no se preocupen, que sé que mi amiga Fulanita no es ninguna descocada corruptora de humildes posteadores. O sea, que lo que dijo lo decía en el más puro tono de broma. Y por si quedara duda, les copio lo que me puso inmediatamente después:
...(mentira es pura broma!!)
¡No, pues!, qué forma de matarle luego la autoestima a uno, ¿no? ¡Ja, ja, ja!
Fuera de bromas, el otro día hablaba por aquí de la importancia de los piropos en la vida, y de lo interesantísimo que es el ejercicio de descubrir los que Dios nos dirige. Un piropo hace sonreír, halaga, alegra el día. Ahora bien, ¿por qué no mirarlo al revés? ¿Qué acaso no podemos hacer sonreír a Dios con algún acto nuestro, igualito que cuando de niños le llevábamos a papá la tarjeta mal pintada por nosotros mismos en el jardín de infantes y lo hacíamos casi llorar de alegría?
Vamos, no es tan difícil. Ahora que estamos en Cuaresma creo que podemos hacer un esfuerzo por hacerlo sonreír de cuando en cuando: alguna acción, alguna oración un día, sentarte y desempolvar tu Biblia y darle una leída (recomiendo un pedazo del Evangelio según San Marcos, por ejemplo, o un salmo), algún ejercicio de privarse de algo aprovechando que en este tiempo se nos invita a hacer ayuno. (Ojo: el sentido de ayunar o hacer abstinencia no es el de ser faquires. Se trata, por un lado, de poner medios para domar un poquito el cuerpo, que a veces bien salvaje lo tenemos; por otro lado, se trata también de pequeños sacrificios que podemos ofrecer a Dios como si fueran una oración, incluso podemos ofrecerlos por el bienestar de alguien que queremos, de nosotros mismos o por alguna otra intención). Algo, decía, cualquier cosa. Pero algo.
En este tiempo de Cuaresma la Iglesia propone tres medios privilegiados para el encuentro con Dios: el ayuno, la oración y la caridad. Aquí un ejercicio para esta semana: escoge uno de ellos y promete algo sencillo al respecto. Verás la diferencia.
* En el Perú le llamamos enamorada o enamorado a la pareja con la cual todavía no existe un compromiso formal de matrimonio. Solo cuando este compromiso existe, entonces el prometido o prometida pasa a llamarse novio o novia.
** Me dio permiso para contar la historia, pero no para publicar su nombre, je, je...